Rutinas Apropiadas de Ordeño

Actualmente la producción lechera ha alcanzado unos niveles de competitividad que requieren mayores exigencias de eficiencia productiva independientemente de las diferentes condiciones de manejo o sistemas de explotación lechera. Por esta razón, el productor lechero necesita identificar las fallas o puntos débiles de su explotación y mejorar estos factores para incrementar la eficiencia productiva en su lechería.

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Uno de los ámbitos importantes a mejorar es sin duda la rutina de ordeño, aspecto fundamental en el manejo del hato en producción. Una adecuada rutina de ordeño es el complemento ideal para obtener el mayor volumen de leche posible del hato, junto a los pilares fundamentales de toda producción como son: las características genéticas de los animales, el tipo de alimentación, la calidad de la infraestructura y los cuidados sanitarios.

Diseñando la rutina de ordeño

Una rutina de ordeño se debe estructurar tomando en cuenta diversos factores como el tamaño del hato, tipo de manejo e instalaciones, número de trabajadores, tiempo de ordeño requerido y disponibilidad del equipo y materiales necesarios.

Los eventos que forman parte de las rutinas de ordeño, han sido ampliamente estudiados e incorporados por su importancia en una secuencia que ayuda a obtener el mayor provecho o eficiencia del ordeño, coadyuvando a mejorar la calidad de la leche y al control de la mastitis.

Como aspectos fundamentales de una rutina de ordeño se puede mencionar los siguientes: Presellado o procedimiento efectivo de desinfección, Despunte o método para detectar la mastitis clínica, Secado de pezones muy importante para la estimulación y bajada de la leche, así como para la higiene, Colocación y retiro de unidades de ordeño como paso ineludible que debe realizarse en un tiempo prudente y adecuado y finalmente, Baño de pezones efectivo como defensa final contra las infecciones bacterianas.

Procedimientos a incluir en una rutina de ordeño

Ordeñar un hato lechero significa más que el uso de maquinaria de ordeño. La calidad de la leche, la salud de las ubres y el bienestar de las vacas dependerán de los pasos seguidos durante un proceso rutinario de ordeño. A continuación se menciona una lista de procedimientos aconsejables para una rutina de ordeño y el motivo por el cual se recomienda cada uno de los mismos.

  • Ingreso a la sala de ordeño. Las vacas son animales de costumbres y como tales responden de manera instintiva a procesos repetitivos, por tanto el ingreso a la sala de ordeño puede ser el primer estímulo para la bajada de la leche. Se debe evitar situaciones de estrés; los procesos inesperados y/o bruscos asustarán a la vaca e inhibirán la bajada de la leche. Comience ordeñando las vaquillas recién paridas que normalmente son las más saludables, continúe luego con las vacas adultas, y finalmente ordeñe vacas en tratamiento cuya leche no será enviada a la planta de proceso.
  • Presellado.  El presellado se puede lograr sumergiendo el pezón en un producto desinfectante aprobado por las autoridades adecuadas en su país. Presellar puede reducir el índice de mastitis causada por las bacterias que se encuentran en el ambiente. Se debe cubrir del 75 al 90 % (preferiblemente el 100 %) de la superficie del pezón con la solución por un tiempo de 30 segundos antes de ser eliminada. Tenga cuidado de no dejar áreas del pezón sin cubrir.
  • Observe signos de mastitis al despuntar. Preste atención y sienta en la ubre signos de calor, dureza, o cuartos agrandados. Retire la primera porción de leche (Despunte) y observe si hay signos de dolor, presencia de coágulos, fibras o aguado de la leche. Escurra 2-3 chorros de leche por cada pezón. La leche con cambios visibles en composición nunca debe ser enviada a la planta de proceso o destinada al consumo humano.
  • Secado de pezones. Limpie y seque las ubres y los pezones cuidadosamente con una toalla individual de papel o de tela. El uso de una misma toalla de tela de una vaca a otra incrementa el riesgo de contaminación y transmisión de las bacterias. Recuerde que si queda suciedad en la superficie de la ubre después de este paso, ésta puede llegar a contaminar la camisa de la pezonera, el pezón y la leche, creando un riesgo de mastitis y reduciendo la calidad de la leche. Asegúrese de que todos los pezones estén limpios. (Nota: El secado de los pezones es el estímulo más eficaz para estimular la bajada de la leche).
  • Colocación de las unidades de ordeño (pezoneras). Se debe colocar las unidades de ordeño en los pezones en un lapso de tiempo entre 60 a 90 segundos desde el comienzo de la preparación para aprovechar al máximo la bajada de leche. Evite la entrada de aire a la unidad de ordeño. El aire que entra a la máquina durante la conexión causa irritación en los pezones y disminuye la calidad de la leche.
  • Control y ajuste de la unidad de ordeño. Observe que la leche fluya de cada pezón. Ajuste la posición de la unidad de ordeño (se debe ajustar la unidad de ordeño en la posición que mejor se inserte a la ubre). Unidades de ordeño mal alineadas resbalan con facilidad y esto puede limitar el flujo de la leche contribuyendo al desarrollo de mastitis. El riesgo que las pezoneras resbalen aumenta hacia el final del ordeño. (Nota: El indicador de flujo puede ser de mucha ayuda. Las máquinas que monitorean el flujo de leche reducen los efectos negativos del sobre ordeño).
  • Retiro de las unidades de ordeño. Al final del ordeño, retire las unidades de ordeño después de haber cortado el vacío. Remueva las 4 pezoneras al mismo tiempo. No remueva la unidad sin cortar el vacío ya que esto permite la entrada de aire a la ubre e incrementa el riesgo de mastitis. (Nota: Este paso puede ser eliminado si se cuenta con retiradores automáticos. La unidad de ordeño será retirada automáticamente cuando el nivel de flujo alcance al nivel mínimo establecido).
  • Baño de pezones efectivo. (Post-sellado). Una vez retirada la unidad de ordeño, se debe aplicar una solución de post-sellado. Selle los pezones inmediatamente después del retirado de la unidad con una solución antiséptica efectiva y aprobada. Acuérdese que el sellado debe cubrir al menos ¾ y preferiblemente todo el pezón. Este paso es de relevancia para el control de los microorganismos causantes de mastitis que podrían sacar provecho de la capa de leche que queda en el pezón tras la retirada de la unidad de ordeño, puesto que ésta suministraría el medio ideal que las bacterias necesitan para multiplicarse.

Las rutinas de ordeño bien diseñadas y adecuadamente ejecutadas benefician a los animales, ordeñadores y propietarios de la explotación lechera, puesto que se controla, mantiene y/o mejora la salud de la ubre, el recuento de células somáticas, la cantidad y calidad de leche obtenida y optimiza el uso de recursos. Las vacas se benefician por tener mejor salud y menos estrés, los ordeñadores se benefician por ahorro de tiempo y satisfacción por hacer un trabajo eficiente (lo cual garantiza su permanencia laboral) y los propietarios se benefician por mayores ingresos económicos producto de mayores volúmenes de leche de buena calidad y menor incidencia de patologías mamarias.

 

Autores

Mireille Chahine, Omar Pozo, y Mario de Haro-Marti
Servicio de Extensión de la Universidad de Idaho